Se llama Michelle Thompson, tiene 43 años y un hijo y sufre el Síndrome de Excitación Sexual Persistente, una rareza médica que le hace tener 300 orgasmos al día. Ahora relata su caso al periódico 'News of the World' y anuncia que ha encontrado al novio ideal, ya que su síndrome le ocasionaba problemas en su vida sentimental y laboral.
Michelle Thompson es madre soltera y acaba de encontrar la horma de su zapato. Debido al Síndrome de Excitación Sexual Persistente que padece tiene orgasmos a cualquier hora del día y en cualquier lugar; por eso, Michelle pensó que nunca encontraría a la pareja de sus sueños.
Ella era demasiado exigente para sus amantes anteriores. Ahora ha encontrado no sólo el amor sino una pareja que puede satisfacerla. Andrew Carr, de 32 años, es su vecino y lleva salindo con Michelle durante seis meses y ambos declaran que hacen el amor diez veces al día.
El remedio para sus 'males'
Ella sonrió: "Andrew ha cambiado mi vida. Ya no estoy buscando una cura para mi orgasmos. Ya la he encontrado". Michelle ha añadido: "Ahora tengo una gran sonrisa en mi rostro todo el tiempo, y no sólo por los orgasmos".
Su extraño síndrome le ha acarreado problemas, no sólo con sus anteriores parejas, sino en el ámbito laboral; de hecho, ella tuvo que dejar su trabajo en una fábrica de galletas. "Sé que tengo suerte de tener orgasmos tantos cuando hay mujeres que nunca han tenido uno. Pero la situación ha arruinado mi vida amorosa", confiesa.
Su primer novio la dejó porque reconocía que no podía estar a la altura de sus exigencias sexuales y en último, acabó la relación porque estaba agotado y le dijo que no era una máquina. Desde entonces solo tiene 'ciber novios'.
Su vecino Andrew Carr sí le sigue el ritmo. Está divorciado y es industrial. "Me gusta mucho la vida ahora. Estamos pensando en irse a vivir juntos tan pronto como nos podemos permitir. me siento como si estuviera en el cielo", asegura la protagonista de este extraño caso, Michelle Thompson.